El incendio de Gran Canaria causa una enorme tristeza a todas aquellas personas que amamos la naturaleza y los animales, sin olvidar a aquellos que están viviéndolo en primera línea o se ven directamente afectadas.

Valorando la respuesta que se está dando a esta catástrofe debe destacarse la labor de los bomberos, policías locales y demás profesionales especializados que están actuando de forma impecable, sin dejar ninguna vida atrás, ni humana ni animal. Resulta también fundamental la labor de los voluntarios, ya sea organizados a través de protección civil como aquellas personas anónimas que están colaborando con labores tan importantes como poner a salvo a animales, ofrecer refugio y cobijo a aquellos evacuados o realizando labores de evacuación, gestión de recursos (instalaciones donde albergar animales, donaciones, alimento, etc.). La respuesta ciudadana ha sido impresionante.

La empatía y solidaridad que están mostrando todas las personas involucradas no tiene límites.

En muchas ocasiones he denunciado la falta de implicación de las administraciones, falta de protocolos de actuación en situaciones de emergencia o la necesidad de una Ley Marco de protección animal que proteja a todos los animales. La situación de emergencia que estamos viviendo pone de manifiesto la actuación de profesionales y personas anónimas que a pesar de la carencia de medios y límites con los que cuentan están dando lo mejor de ellos y de su trabajo para lograr salvar todas las vidas afectadas.

Desde estas líneas, mi reconocimiento a todas aquellas personas que están colaborando de una forma u otra en poner a salvo y atender a los animales afectados por este devastador incendio que espero tenga las horas contadas.