La incoherencia, el egoísmo y la irresponsabilidad del ser humano no tienen límites. Llegan hasta tal punto, que su gestión medioambiental se basa en generar un problema grave que conlleva y un perjuicio en el ecosistema mediante la inclusión de animales (organismos) de forma descontrolada e irresponsable, para después solucionarlo maltratando y asesinando a esos animales que él mismo ha puesto ahí o que su crecimiento descontrolado ha sido consecuencia de su propio comportamiento negligente. De hecho, ejemplo de dicha incoherencia sería que animales como los gorriones, que se considera que están desapareciendo, en otras zonas de España sean llamados plagas…

Los ayuntamientos, que son los responsables de controlar este tipo de situaciones y de resolver el problema que ellos mismos han creado y están permitiendo, lo que suelen hacer es contratar a una empresa para que los extermine sin ningún tipo de miramientos. Cuando lo adecuado sería analizar la situación por parte de técnicos con una formación y experiencia adecuadas, buscando la causa que lo origina para que deje de suceder. No se plantean soluciones éticas, las cuales no solo existen sino que son infinitamente mejores para todos. Una vez más el ser humano se aprovecha de la situación de vulnerabilidad de los animales, y amparándose en una etiqueta, se toma la libertad de actuar como le da la gana, causando infinidad de sufrimiento en determinadas especies de animales y dañando de forma irreversible al planeta en el que vivimos.

Y todo esto sucede porque la mayor parte de los organismos públicos se niegan a escuchar a los colectivos que podrían asesorarles sobre la forma de resolver de manera ética y efectiva el problema, basada en estudios y criterios profesionales. Colectivos formados por personas que de verdad están implicados en la conservación del medio ambiente y el respeto a todas las especies animales y que gestionan este tipo de situaciones con la máxima empatía y responsabilidad. Por todo lo expuesto anteriormente, en mi opinión no existen plagas, existen seres humanos negligentes.