¿Recuerdan a los Mislys? En 1996 fueron vendidos por 6.000 euros como «la mascota ideal». Eran cruces de perros, gatos y zorros de pequeño tamaño realizados en laboratorio. Apenas superaban los 3 kilos de peso.

Solo se crearon 10 animales en todo el mundo y uno de ellos fue vendido en nuestro país. Los Mislys eran mudos. Ni ladraban ni maullaban. En realidad, cada uno de ellos fue un ejemplo de cómo para algunas personas la vida de los animales, pese al precio por el que se vendieron, no vale nada.

¿Quién podría imaginarse entonces que ya existía un animal que, de forma natural, reunía algunas de aquellas características? Ahora ya lo sabemos, acaba de descubrirse una nueva especie: el gato-zorro. Aunque, desde hace mucho tiempo, ya se hablaba de la existencia de estos animales, siempre se atribuía la misma a las leyendas de los pastores que se quejaban de extraños animales que atacaban a su ganado y mordían sus ubres en busca de leche.

Sin embargo, últimamente y gracias a la presencia de cámaras de seguridad en cualquier lugar del mundo, están apareciendo imágenes que nos muestran una realidad, hasta ahora, desconocida. Es el caso, por ejemplo, del descubrimiento de linces ibéricos andando por tierras del norte, jabalíes que bajan cada noche de cena a Barcelona, o corzos reconquistando territorios perdidos.

Lo mismo ha ocurrido en Córcega. Hace unos meses se obtuvieron imágenes de este gato-zorro del que tanto habían oído hablar a sus abuelos. En cuanto se tuvieron las mismas, como siempre, en vez de dejarlos tranquilos se instalaron jaulas y se capturaron a los primeros. Se trata de un animal con cuerpo felino pero con una cola de zorro de más de 90 centímetros de largo, lo que les permite multiplicar la capacidad equilibrista gatuna y el marcaje de su territorio. Además, comparte ADN con el gato salvaje europeo y con el africano, pese a que sus diferencias físicas son tan notables que se ha catalogado ya como una nueva subespecie.

Por lo demás, sus costumbres nocturnas y su carácter escurridizo les han permitido hasta ahora pasar desapercibidos, pero vienen nuevos tiempos para ellos y no creo que buenos. Por eso, se les debería proteger inmediatamente, porque mucho me temo que no tardarán en alzarse voces que pidan su exterminio total y, si no, al tiempo.