Los elefantes africanos duermen un poco más tranquilos. En Tanzania ha ingresado en prisión Yang Fenglan, condenada por traficar con más de 800 colmillos. Se calcula que es responsable directa de la muerte de más de 400 elefantes. Resultaba extraño que sus millonarios ingresos procedieran solo del restaurante chino que regentaba. Finalmente, se descubrió que el origen de su fortuna no estaba en los rollitos de primavera ni en el arroz tres delicias, sino en el tráfico ilegal de especies más duro y cruel que nunca se había practicado. Afortunadamente, durante los próximos 15 años estará a buen recaudo.