Para algunos, a la hora de cazar todo vale. Al menos, eso es lo que se desprende de las actuaciones realizadas durante el año pasado por los cuerpos de seguridad del Estado. Por ejemplo, en las distintas inspecciones realizadas por el Seprona en cotos se decomisaron 900 métodos ilegales de caza. Entre los mismos cabe destacar la presencia de ballestas, arcos, carabinas, escopetas ilegales, cepos, trampas, lazos sin freno y las más variadas sustancias tóxicas usadas para envenenar a aquellos animales que pudieran disminuir la cantidad de piezas a cazar. Una aberración más.