Dignidad en la vida y en la muerte. Hartos de las irregularidades que se cometen en muchos mataderos «legales» a la hora de acabar con la vida de los animales para consumo, países como Escocia o el Reino Unido han obligado a colocar cámaras de vigilancia para garantizar el bienestar de los animales en las instalaciones y vigilar, además, que el sacrificio de los mismos sea previo aturdimiento y con el menor sufrimiento. En España existen más de un millar de mataderos legales y, probablemente, otros tantos ilegales. La aplicación de medidas de este tipo son urgentes e imprescindibles.