Tener un perro no es gratis. No es sólo vivir con él. Se trata de un compromiso. Él será tu mejor amigo. Tú, a cambio, deberás darle cariño, pero no solo eso. Tendrás también que cumplir con obligaciones legales como identificarlo, vacunarlo, desparasitarlo, tener al día su cartilla e, incluso, censarlo en tu ayuntamiento. Además, deberás llevarlo al veterinario cada vez que lo necesite y, por supuesto, alimentarlo adecuadamente. Y, sí, todo eso cuesta dinero. Se calcula que la media anual de gasto oscila entre los 200 y 700 euros. Vivir con un animal de compañía es maravilloso, pero solo si puedes proporcionarle una buena calidad de vida.