La realidad es que, manteniendo a tu perro vacunado, en buenas condiciones higiénico-sanitarias y, sobre todo y fundamental, con la desparasitación interna y externa al día, no existe ninguna razón por la que sea malo. Al contrario. Recientemente, una clínica americana especializada en trastornos del sueño ha publicado un estudio que demuestra los efectos beneficiosos que ello puede conllevar. Por ejemplo, además del calor natural que proporcionan, dormir con ellos da paz, tranquilidad y, evidentemente, compañía. Te hacen sentirte seguro y disminuyen tu nivel de estrés. Todo ello, además, se retroalimenta porque ese estado de relajación activa en nuestros cerebros la producción de oxitocina, lo que aumenta nuestra autoconfianza, nuestra calma y, en general, potencia nuestro estado de bienestar. Cómo ves, todo son ventajas.