Cuando en casa hay un perro, el árbol de Navidad puede suponer un serio peligro por muchos motivos. Por un lado está la electricidad. Las luces navideñas suelen atraerles y si muerden el cable puede sufrir una descarga eléctrica. Por otro, ten siempre presente que muchos de los adornos contienen sustancias tóxicas que pueden ser dañinas si llegan a metérselos en la boca. Y, por último, recuerda que la mayoría de esos adornos están enganchados al árbol con alambres. Por lo tanto, si jugando se los traga puede perforarse el intestino. Te recomendamos que extremes las precauciones. Colócalo en un lugar totalmente inaccesible para él y consulta en una tienda especializada que tipo de adornos puedes colocar en el mismo con la tranquilidad de que no puedan causar daño a tu perro. En este tema, toda precaución es poca.