Desgraciadamente los sucesos trágicos, injustos y dolorosos son muy frecuentes en general y en el ámbito de los animales mucho más, como consecuencia de la impunidad de la que suelen ir acompañados. Los que los amamos, sufrimos y sentimos muchísimo dolor cuando escuchamos, leemos o vemos lo sucedido con algún animal que ha sido maltratado o cruelmente asesinado. Tal y como ocurrió la semana pasada con el caso de Sota. Pero también tomaré como ejemplo este caso, para describir la importancia de la luz que se genera alrededor, como forma de reaccionar ante estos hechos, por parte de las personas que actúan desde el corazón y de lo que además no solemos ser conscientes. Me refiero a la marea de solidaridad que generó este caso por ejemplo y la respuesta tan positiva que tuvo lugar. El poder y la fuerza que generó esa masa de personas sintiendo con el corazón, luchando contra una injusticia... esa energía que se desprendía tan poderosa y bonita a la vez, como consecuencia de algo tan triste, duro y doloroso se produce para compensar lo sucedido. Estamos equilibrando una balanza en la que un solo acto horrible de odio, será bloqueado por emociones sanas y positivas que se desprenden de los gestos de amor.
Dicha energía, es la que de verdad puede cambiar las cosas y por ello, debemos centrarnos y esforzarnos en unirnos y emitirla cada vez que algo negativo suceda. Y si somos conscientes de eso, podremos conseguir cambios importantes para los animales o para cualquier otra cosa que nos propongamos.
Pero quiero hacer hincapié, en que no deberíamos hacerlo y movernos únicamente ante casos graves, sino que es fundamental hacerlo con los demás también.
Debemos tomar conciencia del alcance tan sumamente positivo que tienen nuestros actos, pero sobretodo, cuando nos unimos muchas personas como consecuencia de algo tan poderoso como es la solidaridad.
Y por eso Sota, por lo que es y en lo que se ha convertido, por el mar de solidaridad que ha movido, siempre será un símbolo de Amor. Gracias Sota, que toda esa luz te llegue.
