Desde hace algunos años estamos viviendo un cambio en la forma de comunicarnos a través del lenguaje. Términos o palabras que se han venido utilizando tradicionalmente han dado paso a otros nuevos, inclusivos e igualitarios, que engloban a todo tipo de personas con sus diferencias y similitudes, aportando una visión positiva de esas diferencias.

La protección animal no puede ser menos, e igual que tendemos a sustituir algunos términos por otros, debemos en ocasiones explicar la razón de estos, para contribuir al cambio. Uno de los términos que debemos sustituir al referirnos a los animales es el de «propietario» cuando nos referimos a la persona que tiene a su cargo el cuidado de un animal. Si defendemos a los animales como seres que sienten, y no como cosas, no podemos utilizar ese término que refiere un «derecho de propiedad» sobre algo, sobre una cosa. En este caso concreto, podemos utilizar el término responsable de un animal o cuidador de un animal o persona a cargo del cuidado de un animal, en vez de la palabra que se ha venido utilizando hasta ahora. Al igual que el término «tenencia» que podemos sustituir por convivencia, porque evitaremos el significado intrínseco que el primero de los términos tiene como posesión de una cosa. Convivencia se adapta más a la realidad de los animales, en cuanto a compañeros de vida.

Afortunadamente, cada vez más, en la redacción de normas se está cuidando este aspecto, a fin de desechar el componente de propiedad o cosificación de los animales, para adaptarnos a su verdadera naturaleza de seres sintientes y marcar el cambio respecto de cómo percibimos a quienes nos rodean que sin duda contribuirá a la forma en que nos relacionamos con ellos.