Muchas personas acuden a albergues, refugios y perreras para dejar a sus animales cuando ya no los quieren. Allí intentan explican con razones lo que, en realidad, carece de razón alguna.

1º Ha crecido mucho. Mancha mucho. Corre mucho. Ladra mucho. Lo rompe todo. De cachorro era bonito pero ahora es feo.

Algunos piensan que un animal es como una silla a juego con la decoración de la casa. Para ellos, que un ser vivo crezca, respire, se mueva o, simplemente, tenga un aspecto determinado, es una rara anomalía de la naturaleza que debe ser corregida. Supongo que carecen de espejos en los que mirarse porque, al fin y al cabo, no existe alma más fea que la de aquel capaz de abandonar a su mejor amigo.

2º Mi perra parió hace un par de meses y no sé qué hacer con los cachorros ¿Esterilizarla? Eso nunca, es carísimo.

Pese a que España es una potencia en abandono de animales, siguen naciendo cachorros y más cachorros. Sin embargo, desgraciadamente es muy difícil encontrar familias para todos ellos. Esterilizar no debería ser una opción en nuestro país, debería ser una obligación mientras sigamos con el mismo nivel de abandono.

3º Está enfermo. Es viejo. Me da miedo que pueda morderme aunque nunca ha mordido a nadie. Me he cansado y ya no lo quiero. No me sirve.

Evidentemente, en esos casos son todos ellos los que no sirven como personas. No sé cuándo, pero, en algún momento, debieron olvidarse de sentir.

4º Me he mudado de casa y no me cabe. Me cambio de trabajo y no tengo tiempo. Me he separado y mi nueva pareja no quiere animales. Lo cogí por mi hijo pero no se ocupa. Me lo regalaron pero ya no lo quiero.

Un perro o un gato es parte de tu familia. Puedes elegir si lo quieres o no pero, una vez que lo tienes, es para siempre. No disminuye tu familia cuando te marchas. No reduces el número de hermanos o hijos si te mudas a una casa más pequeña. Las circunstancias cambian pero, el cariño, no. Los animales pueden adaptarse a cualquier lugar, siempre y cuando, en él estés tú.

5º Me voy de vacaciones y no tengo con quien dejarlo. ¿Residencias? ¿Estás loco? ¿Sabes lo que cuesta eso?

Por increíble que parezca, todos los periodos de vacaciones sube el número de animales abandonados. Al parecer, hay gente capaz de descansar en lujosas habitaciones de hoteles, mientras sus perros o sus gatos se mueren de pena en tristes jaulas.