La compraventa de animales muertos. El tráfico ilegal de especies no se basa solo en la venta de animales vivos. Comprar un león o un tigre disecados sin la documentación necesaria, igual que adquirir un cenicero realizado con las manos de un gorila, un taburete construido con patas de elefante o, simplemente, un cinturón o una cazadora elaborada con pieles de animales de origen desconocido, también lo es. Cada año en España las autoridades decomisan miles de piezas de este tipo que, o bien iban a venderse, o, por el contrario, formaban ya parte de la decoración de una casa. Uno de los últimos casos más sonados ha sido el intento de venta de un león disecado por 6.000 euros. Afortunadamente, la rápida actuación del Seprona lo impidió.