Estos antílopes demuestran su amistad rozando sus cabezas. Su compromiso es firme. En caso de peligro se avisarán mutuamente. Mientras tanto, un pájaro encuentra alimento en uno de ellos. Él come y, sin saberlo, al hacerlo desparasita el cuerpo del animal que le ofrece alimento. La naturaleza es, simplemente, perfecta.