Los buitres son herederos de nuestros miedos. Los hemos convertido en representantes de algunos de los peores valores que el hombre posee. Sin embargo, ellos sólo responden al sentido con el que la naturaleza les dotó. Les llaman carroñeros porque reciclan en alimento lo que nadie quiere. Y, sin duda, son maestros en eso de compartir: les gusta volar, comer y protegerse juntos.