El mundo al revés. Imaginemos un mundo donde los hombres son víctimas y los animales, verdugos. En este reino animal, cadáveres humanos son colgados boca abajo mientras gansos a caballo intentan agarrar sus cabezas. Los toros, en sus fiestas patronales, colocan al hombre alquitrán en un herraje sujeto al tupé para encenderlo y que éste salga despavorido. Imaginemos un mundo donde se lanzan hombres al mar, quiénes, atemorizados, luchan por sobrevivir. No sé qué asusta más, si imaginar un mundo así o seguir celebrando fiestas como el toro embolado, la carrera de gansos o los bous a la mar.