Cada vez más personas sienten una especial atracción por las ratas y roedores. Antaño temidos y repudiados, hoy son muchos los que los eligen como animales de compañía. Su carácter pulcro y cariñoso, cuando crece entre personas, le han otorgado una posición especial que deja atrás su mala fama y lo convierten en un amigo, sin duda, de lo más singular.