¿Has visto mis ojos? Son grandes y redondos y, como los de mis compañeros, llevo escritos en ellos mi vida. Tienen algunos brillos de alegría, unos destellos de pena y, sobre todo, mucha nostalgia y melancolía. Supongo que no es fácil vivir en un albergue. Por eso, desde hace tiempo tengo pensado marcharme de aquí. En realidad, para hacerlo sólo me faltas tú. Protectora Animales Alicante