Nacer perro es una gran fortuna. No tenemos riqueza alguna pero, tampoco nada que perder. Sin embargo, somos inmensamente ricos porque tenemos ganas de vivir. Si nos hacen daño, al instante lo olvidamos y, si nos duele, lo perdonamos. No tenemos sitio para el rencor, tampoco para el odio. Sólo sabemos amar.

¿Es o no una suerte? Protectora Animales Alicante