Desde hace 35 años, una elefanta vive en el pequeño jardín de una casa particular en Caldes de Montbui, a 25 kilómetros de Barcelona. Distintos colectivos han denunciado su caso y reclaman que la saquen de su encierro, pero ni sus dueños quieren ni en España hay sitio alguno adonde llevarla. ¿Quieren conocer su historia?

-Me llamo Dumba y tengo 45 años. Podía haber nacido en el cuerpo de un perro, un gato o, incluso, de una persona pero, ya ven, lo hice en el de una elefanta.

No me arrepiento. Nosotros somos seres especiales, los únicos que, por amor, aún morimos de pena. Podemos sobrevivir sin casi agua ni comida, pero nunca lejos de aquellos a los que amamos.

Supongo que, por eso, adoro a mi familia, los «Kludsky», porque cuando crecemos junto a alguien, nos da pánico que se aleje. Por cierto que aún no os he hablado de mi hogar. Vivo en un pequeño jardín adosado a la casa de mis dueños. Mi recinto está rodeado de una valla eléctrica. La odio. No soporto sentir sus descargas sobre mi cuerpo.

De todas formas, no siempre estoy aquí. Paso muchas temporadas fuera. ¿No os lo he dicho aún? Mi familia trabaja en un circo o, mejor dicho, yo trabajo en el circo para ellos. Por eso, mi segundo hogar tiene ruedas y es un pequeño remolque.

Así que, ya veis, aunque cuando actúo ponen sobre mi cuerpo un traje dorado y me iluminan muchos focos, en realidad mi vida es oscura y apenas brilla.

Sin embargo, he oído que hay elefantes que son libres y que pueden caminar horas y horas sin que nada les limite. Animales que se bañan en ríos llenos de agua e, incluso, que comen todos los días la hierba fresca que crece alrededor de ellos. ¡Que envidia!

Yo, desgraciadamente, nunca podré hacerlo. Me robaron el alma cuando era pequeña y me convirtieron en lo que soy, una simple elefanta de circo, un espectáculo andante, un animal con pasado y presente pero, sin ningún futuro. Para mí la vida ya es sólo esperar, esperar que, algún día, se acabe.

Nota: Desde hace más de quince años se está denunciado la situación de esta elefanta ante la Generalitat Catalana; sin embar