Dejándome muchas cosas en el tintero, estos son algunos acontecimientos más importantes que han ocurrido este año 2017 y que suponen un paso más en la evolución de nuestra sociedad y en la protección de los animales:

1º) España ratifica el Convenio Europeo sobre protección de animales de compañía. (BOE 11/10/2017)

2º) La Audiencia Provincial de Valencia confirma la medida cautelar de prohibición para la tenencia de animales de un investigado por maltrato animal.

3º) La Audiencia Provincial de Málaga confirma la condena de la presidenta de la protectora Parque Animal de Torremolinos por delitos de maltrato animal y falsedad documental. Es la cuarta persona condenada en España por maltrato animal que entra en prisión.

4º) El Juzgado de Instrucción nº 1 de Lugo acuerda el alejamiento, prohibición de aproximación y tenencia de animales a los investigados de maltratar a una perrita. Se acuerda la custodia del animal a favor de una protectora de animales, así como la posibilidad de establecer un régimen de custodia con una familia. Es una resolución pionera por incluir distintos ámbitos de protección del animal durante la instrucción de la causa.

5º) Aprobación por unanimidad de la propuesta de ley de modificación de la consideración de los animales en el Código Civil y demás normas concordantes.

6º) Propuesta para el endurecimiento de las penas por el delito de maltrato a los animales.

7º) La ley de protección y bienestar de los animales de Baleares plantea las corridas de toros sin sangre (si bien se ha suspendido cautelarmente por el TC).

8º) Algunos hospitales empiezan a plantear protocolos para permitir visitas de animales a familiares enfermos.

9º) Una importante operación policial contra el tráfico de drogas y el crimen organizado pone de relieve la problemática de las peleas de perros. Mayor sensibilización y visibilidad. Se consiguen salvar más de 200 animales.

De este resumen comprobamos que las cosas empiezan a cambiar, aunque lentamente. Por ello, debemos afrontar 2018 como una oportunidad para mejorar, para seguir cambiando conciencias y aprender de los errores.