Cada vez resulta más importante que, de una vez por todas, el Gobierno de España prohíba legalmente los circos con animales. Son ya varios los juzgados de nuestro país que están tirando por tierra las prohibiciones municipales al respecto. Según éstos, los ayuntamientos carecen de competencias. En Galicia, curiosamente, es donde más sentencias se están produciendo en ese sentido. Parece más una cuestión de fondo que de forma. Para solventarlo, lo mejor es una ley nacional que no deje lugar a dudas, que prohíba el uso de animales para esos fines y que los proteja de pasar toda su vida viajando en un triste carromato.