La pregunta de los lectores: Tengo que hacer un viaje en coche y quiero llevarme al perro que es un grandullón de más de 30 kilos ¿Qué dispositivo sería el más adecuado para transportarlo con la máxima seguridad posible?

El código de circulación recoge que el conductor de un vehículo deberá garantizar su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. Así mismo, establece que es obligatorio tanto colocar adecuadamente los objetos como los animales transportados, de manera que no se pueda producir interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos. Para cumplir con esta normativa existen diferentes dispositivos homologados que nos ayudan a conseguirlo. Los principales son: Por un lado, el arnés de un solo enganche o de dos enganches. Evidentemente, el segundo es más seguro que el primero pero, en ambos, el problema que presentan en caso de colisión es que, tanto las heridas del conductor como de la mascota, pueden ser graves. Por otro, los famosos trasportines: Estos pueden ir sujetos con el cinturón de seguridad -opción válida pero que, en caso de colisión, la mascota sufriría graves daños-. También podrían ir colocados en el suelo del vehículo - según la DGT es el lugar en el que, en un accidente, menos se deformarían-. O bien, instalados con una sujeción adecuada en el maletero -el problema, en su caso, sería encontrar uno del tamaño del perro-. Y, por último, existe la posibilidad de instalar en el coche una rejilla divisoria homologada, la cual, dado el tamaño de su perro, esta última opción probablemente es la más adecuada.