Tras la cabra perdida. El rescate de ovejas y cabras «perdidas» de pastores, llamémosles, «despistados» es una realidad que se produce en toda España. Los controles de las explotaciones ganaderas han aumentado mucho en los últimos años, sí, pero sólo de las legales. Junto a éstas perviven aún muchas otras que campan a sus anchas. En cualquier caso, sacar a pasturar al rebaño requiere de una importante atención y cuidado. La aparición de estos animales desorientados, perdidos o abandonados en una carretera o en cualquier otro lugar puede ser la antesala de una tragedia. RAÚL MÉRIDA