Algunas razas de perros están más predispuestas a padecer otitis y, desgraciadamente, el cocker -tanto por la cantidad de pelo que tienen dentro y fuera de las orejas, como por la mala ventilación de éstas al tenerlas caídas- es una de ellas.

Por eso, el mejor consejo es facilitar siempre la ventilación de las orejas ya que las bacterias causantes de la infección e inflamación, crecen muy rápidamente en ausencia de oxígeno. Trata de que, en la peluquería, le recorten todo lo que puedan alrededor de las orejas e, incluso, en el interior de las mismas. Recuerda también que una buena higiene siempre es importante y que, para la misma, hay en el mercado diferentes limpiadores auriculares sobre los que tu veterinario puede aconsejarte.

En cuanto a lo que me planteas acerca del tratamiento, es cierto que, con frecuencia, las bacterias se hacen resistentes y, un mismo antibiótico que en un momento determinado puede ir bien, mas tarde ve disminuida su eficacia. Por otro lado, a veces, la otitis llega incluso a cronificarse tanto que cierra casi por completo el pabellón auditivo, haciendo que nuestro perro no pueda oír. En esos casos hay que recurrir ya a soluciones quirúrgicas tendentes a liberar el pabellón auditivo y proporcionar una mejor ventilación. En definitiva, lo mejor es que hables con tu veterinario y que éste valore la situación actual para buscar la solución más adecuada.