Ya se advirtió de las graves consecuencias que podía tener la reestructuración de la Unidad Canina en la Policía Local de Alicante. Por la falta de personal y por la desidia de los responsables municipales, los perros pasan la mayor parte del día en sus jaulas encerrados sin atención ni higiene. Una unidad que es pionera a nivel nacional y que atesora numerosos premios por su buen hacer en la detección de drogas, rastreo de personas y prevención en colegios e institutos. Cuando se toman decisiones a la ligera sin contemplar todas las repercusiones, saltándose los informes de los técnicos ni escuchar a las unidades afectadas pasan estas cosas. La ciudad de Alicante pasa de tener una Unidad Canina ejemplar a esta situación inaudita e indignante.