Muchas personas me comentan casos como el suyo e, incluso, a veces, me traen los gatitos para que les realice la autopsia. La verdad es que, en un 80% de los casos, no existe un envenenamiento como tal, sino que los animales presentan una enfermedad que se llama panleucopenia y que, en crías de gatos, se presenta de forma brusca y aguda, causándoles una rápida muerte.

Los gatos, en general, incluso de adultos, son muy sensibles y delicados pero, sin duda, el periodo en el que son cachorros es especialmente peligroso. Imagínese, si eso es así para los gatos que nacen en una casa y que están híper cuidados, como puede ser para aquellos otros que nacen en la calle o en el campo completamente desprotegidos. Evidentemente, el riesgo de que enfermen es muy alto y, los datos de mortandad en los mismos, elevadísimos. Lo anterior, por supuesto, no quiere decir que no puedan existir desaprensivos que envenenen a los animales, de hecho, desgraciadamente, se suceden las denuncias al respecto.

Por eso, por todos los riesgos existentes para los animales, lo mejor es realizar campañas de esterilización en colonias de gatos callejeros. Estas nos permiten controlar mejor la población de las mismas pero, no sólo en cuanto al número de nacimiento de animales, sino, también, en cuanto a la salud de los miembros que conforman las mismas y, por supuesto, a la prevención de posibles enfermedades que puedan afectarles.