El viernes pasado leía una triste noticia: Vito llevaba mucho tiempo en el albergue de Torrevieja y había sido adoptado cuando una desgracia hizo que se perdiera y fuera atropellado por alguien que se limitó a bajar de su coche, apartarlo y quitarle el collar, sin prestarle ningún auxilio. No sólo es horrible por la desgracia de un animal que cuando tiene la oportunidad de vivir en una familia ve truncada su vida, sino por la falta de humanidad y empatía.

En estos casos, no sólo existe una obligación de auxiliar a un animal herido desde el punto de vista moral, sino que supone una obligación legal. Como este hecho ocurrió en Torrevieja, me he permitido estudiar la ordenanza de dicho municipio, que establece en su artículo 16 que, en el caso de atropellar a un animal, no sólo hay que ponerlo en conocimiento de la autoridad para evitar otros accidentes, sino que existe la obligación de trasladar al animal al centro veterinario más próximo.

En ningún caso se abandonará a un animal herido. La obligación de auxiliar a un animal herido viene recogida en muchas más ordenanzas de la provincia, como en la de Alicante (artículo 16), Orihuela (artículo 14.5, obligación que extiende a cualquier persona que encuentre un animal herido, no sólo a los conductores), Elda (artículo 32), Villena (artículo 20),...

El desconocimiento de las normas no nos exime de cumplirlas. Ayudar a otros nos hace más humanos. Desde aquí mi apoyo a su familia, los voluntarios, y un abrazo a Vito, que corre por el puente del arco iris.