El comunicado de ETA constata lo obvio pero no repara lo irreparable. La memoria sembrada de escombros de cuando el paisaje era el sobresalto, un día sí otro también. Las lágrimas de las victimas que sufrieron las heridas y a las que les queda para siempre la cicatriz. En total, 853 muertos y 6.389 heridos en 2.472 atentados.