Theresa May, primera ministra de Reino Unido, ha retrasado la votación en el Parlamento Británico sobre el acuerdo del Brexit. Los diputados euroescépticos y de la oposición ya habían anunciado anteriormente que votarían en contra y la dirigente ha decidido no arriesgarse. El punto más conflictivo es la llamada salvaguarda sobre la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.