Eliminar los brotes de xylella fastidiosa va a ser más complicado de lo que esperaba la conselleria de agricultura. Su intención era acabar con todos los cultivos en 100 metros a la redonda a partir del punto en el que se hubiera detectado la bacteria. Así lo hizo con el primer brote encontrado en guadalest, pero con el segundo no ha sido tan fácil. Decenas de agricultores, vecinos y hasta cinco alcaldes de las localidades más cercanas se han unido en una concentración para evitar que la empresa encargada de los trabajos de erradicación pudiera arrancar los árboles de la parcela afectada. Piden que el Consell opte por medidas menos agresivas que salven sus terrenos.