Los temidos exámenes de septiembre están a la vuelta de la esquina, lo que provoca la saturación de las salas de estudio. Miles de estudiantes buscan un lugar donde poder evadirse de los planes veraniegos e «hincar los codos» pero se encuentran con que muchas bibliotecas están cerradas o han reducido su horario de apertura. Una condición que dificulta el estudio durante la época estival.