La única razón por la que los modelos de prueba atraen casi todas las miradas es su impactante camuflaje. ¿Pero por qué molestarse? Lo cierto es que la cosa va más allá de unos motivos coloridos. Generalmente, los modelos de prueba de Skoda solo permiten hacer vagas suposiciones sobre lo que se oculta tras el camuflaje. Esto es esencial, ya que mucho antes de que un nuevo modelo del fabricante checo llegue al mercado, sus prototipos ya habrán recorrido hasta dos millones de kilómetros de prueba en condiciones reales. A menudo, estas pruebas se llevan a cabo en el tráfico regular por carretera. El camuflaje protege el diseño y las características del nuevo vehículo de miradas inquisitivas y fotógrafos espía, usando ilusiones ópticas para desorientar al público. Lo más interesante para los fotógrafos espía son las características visualmente distintivas, contornos o elementos de la carrocería, como los faros, la parrilla del radiador o la parte trasera, motivo por el cual estas zonas en particular se cubren con especial cuidado, o incluso se disfrazan con fijaciones temporales. En el interior se aplican normas similares. Después de todo, una cabina cercana a la versión final de serie también requiere protección de los objetivos de los fotógrafos, porque incluso un modelo prueba puede ocasionalmente tener que aparcarse en el exterior, durante el repostaje en una gasolinera, por ejemplo.