Ferdinand Piëch, ingeniero y sobrino de Ferry Porsche, tenía como objetivo crear un coche capaz de derrotar a Ford y Ferrari en carreras de resistencia y, sobre todo, en las 24 Horas de Le Mans. Un reto que tenía que lograr en tan solo nueve meses, además de construir veinticinco unidades para cumplir con las normativas de la FIA. Pese a la dificultan, Porsche dio vida al mítico 917, con el que lograria dos victorias en el Campeonato del Mundo de Marcas y las dos primeras victorias consecutivas en las 24 Horas de Le Mans en los años 1970 y 197, lo que convirtió al 917 en un modelo legendario. En 1971 se batieron todos los récords y costó muchos años mejorarlos, en parte, porque se rediseñaron algunas curvas del trazado. Jackie Oliver, al volante del nuevo 917L consiguió un mejor tiempo de 3'13"6, convirtiéndose en el primer coche que rodaba a más de 250 Km/h de media.