La Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos iTV (AECA-ITV) recomienda revisar la iluminación y la señalización de los vehículos de cara al invierno, ya que el 24,1% de ellos presentó daños graves en esta zona, según los últimos datos de defectología presentados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Tener el sistema de alumbrado y señalización del vehículo en buen estado durante el invierno es importante ya que anochece antes y hay menos horas de luz. Si falla una bombilla delantera o trasera es defecto leve, pero se considera grave si fallan todas las luces delanteras o traseras, si no están homologadas, si hay menos de las reglamentarias o si el color o su ubicación son incorrectos.

Desde AECA-ITV también recomiendan dejar los limpiaparabrisas levantados, si el coche duerme en la calle, para que la goma no se quede pegada a la luna y se rompa. En caso de bajas temperaturas, no se debe echar agua caliente directamente sobre el cristal porque el cambio de temperatura podría rajar el cristal. Lo que recomienda la asociación es usar productos antivaho.

Otro de los defectos más graves y frecuentes es el de ejes, ruedas, neumáticos y suspensión. En invierno, con el agua, las heladas y la nieve, los neumáticos pueden dañarse. Por eso se debe comprobar la profundidad del dibujo de la banda de rodadura (que no sea inferior a tres milímetros), que la goma no presente cortes o deformaciones y revisar la presión de inflado.

Los amortiguadores también pueden desgastarse y, en invierno, su mal estado puede aumentar el riego de patinar, de producirse un 'aquaplaning' o un mayor desgaste de los neumáticos.

En cuanto a la calefacción, AECA-ITV recomienda esperar unos minutos hasta que el motor arranque antes de encenderla. De esta forma, se evitarán gastos indeseados y desgaste, además de reducir la contaminación.

Los frenos son esenciales tanto en verano como en invierno y pueden poner en riesgo la vida del conductor y de los pasajeros. Cuando la temperatura cae por debajo de los cero grados puede congelarse el agua condensada en los frenos, provocando que éstos rechinen al arrancar de nuevo el automóvil. De todas formas, AECA-ITV aclara que, a medida que los frenos se calientan, el hielo se va derritiendo y saliendo de las pastillas y discos de freno.