Agua

Polémica en Segovia por un plan de regadío que amenaza 1.100 hectáreas de pinar y un acuífero subterráneo

Vecinos afectados temen los efectos del proyecto, que la Junta de Castilla y León considera beneficioso para la economía local

Un plan de regadío amenaza un acuífero y un pinar de 1.100 hectáreas

Un plan de regadío amenaza un acuífero y un pinar de 1.100 hectáreas / MA

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Vecinos de El Carracillo, una comarca de Segovia, llevan tiempo movilizados contra un proyecto de regadío promovido por una comunidad de regantes integrada por varios pueblos de la zona y que tramita la Junta de Castilla y León. Próximamente va a comenzar la última fase de una iniciativa que amenaza con destruir un magnífico pinar, alterar el acuífero sobre el que se asienta y cambiar la ecología del río Cega, que atraviesa la zona. Todo ello, afirman los afectados, para promover el cultivo industrial de la fresa.

Se trata de un proyecto de gran alcance, pues afecta a unas 1.100 hectáreas de terreno forestal en el que se prevén expropiar 900 parcelas de pinar, que quedará “destrozado”. Sin embargo, el otro gran temor se centra en el daño que sufrirá la gran masa de agua subterránea que hay debajo de él, y que se prevé usar para el riego de estos nuevos cultivos, muy diferentes ya del tradicional regadío familiar que existía en la zona, hasta que hace unas décadas comenzó la industrialización del sector agrario, un proceso “que ha ocasionado una sobreexplotación y contaminación del acuífero”, afirman los vecinos.

Ubicación del perímetro de regadío

Ubicación del perímetro de regadío / JCyL

Para solucionar los problemas del acuífero se prevé recargarlo con aguas del río Cega, algo que “comprometerá la funcionalidad ecológica” de este cauce. Tras varias vicisitudes en los últimos años, ahora se prevé aumentar la cantidad de agua inicialmente prevista que se podrá derivar desde este río para aumentar los recursos del acuífero.

Para realizar dicha recarga, el proyecto contempla construir dos balsas de infiltración, 82 sondeos para extraer el agua, almacenarla en una balsa de regulación con capacidad de 160.000 metros cúbicos y llevarla luego por gravedad hasta la zona norte del Carracillo. Aparte de todo ello, será precisa “una amplia red de caminos, tuberías, sondeos, líneas eléctricas, etcétera, que se ubicarían en el pinar de los vecinos de Gomezserracín”.

“Como habitantes de la Tierra de Pinares, todos sabemos que este experimento compromete la conservación del pinar”, señalan los afectados en un comunicado.

Imagen del pinar amenazado

Imagen del pinar amenazado / MA

Se trata de un deterioro que viene de tiempo atrás y ahora amenaza con afectar a uno de los últimos reductos que permanecen a salvo. “Como consecuencia de la contaminación del acuífero por nitratos, arsénico, etc. los pueblos de alrededor han dejado de abastecerse de agua potable, salvo Gomezserracín, que debido a su situación estratégica no recibe lixiviados agrarios, y sí un agua limpia drenada por este pinar”.

“Esta masa de agua potable se encuentra debajo de los pinares de sus vecinos, único reservorio del entorno que como sociedad deberíamos cuidar como oro en paño para el abastecimiento de nuestros pueblos”, añade el comunicado.

Además, se ha demostrado en los últimos años que “los años lluviosos como el presente, donde el río Cega tiene mayor caudal, el Carracillo está saturado, sin necesidad de recarga, y por el contrario, en los años secos en que la comarca admitiría recarga, el río no trae caudales suficientes para derivar”. En definitiva, el pinar “quedaría empapado de agua en invierno y estrujado luego en verano”.

La Junta defiende el proyecto

En cambio, la Junta de Castilla y León defiende el proyecto, convencido de los efectos positivos que tendrá sobre la economía agraria de la zona. Según la Administración autonómica, “el objetivo principal es realizar la modernización de esta zona regable para aumentar la competitividad de las explotaciones de El Carracillo, aportando además todos los beneficios colaterales de una modernización en lo relativo a impulso de la industria agroalimentaria, fijación de población, más y mejor empleo e incremento de las inversiones. Además, el proyecto tiene un claro beneficio ambiental porque se liberará parte de la presión sobre la masa de agua subterránea que ahora se está utilizando".

Zona se efectuarán las obras

Zona donde se efectuarán las obras / MA

En cuanto al río Cega, la Junta afirma: "Según la concesión, solo se puede derivar el agua durante los meses de invierno-primavera, y siempre cumpliendo con lo establecido en los condicionantes de la declaración de impacto ambiental, el Plan Hidrológico de Cuenca y la modificación de la concesión. Es más, la modificación de la concesión establece un caudal ecológico muy por encima ( 1.072,44 l/sg) de la aprobado en el Plan Hidrológico de Cuenca, que oscila entre los 190 l/sg en diciembre y los 290 l/sg en mayo, por lo que siempre se respetan los caudales legalmente establecidos. Además, la modificación de la concesión disminuye el volumen máximo total anual a derivar que pasa de 22,4 hm3 a 14 hm3, un 37,5% inferior.

"Las protestas de cualquier afectado son completamente legítimas, pero tal y como he expuesto consideramos que no están fundamentadas. Tanto la masa forestal como el caudal del río Cega, como la calidad del agua para consumo están totalmente garantizadas. Desarrollar este sistema de recarga ha llevado muchos años de desarrollo de estudios y modelos que permitan garantizar el funcionamiento óptimo del sistema proyectado. Se trata de una actuación que se ha desarrollado siguiendo escrupulosamente los procedimientos ambientales y las medidas correctoras y compensatorias establecidas en la declaración de impacto ambiental", añade la Junta en una comunicación por mail.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es