L a cala de Ambolo de Xàbia continuará cerrada durante todo el verano por el «gran riesgo» de desprendimientos. Esta cala está clausurada desde septiembre del pasado año, que fue cuando el ayuntamiento colocó los carteles que advertían del peligro de caída de piedras y cerró el vial de acceso.

En estas últimas semanas, sin embargo, han empezado a acudir a la cala los primeros bañistas. El último tramo de la carretera está bloqueado con grandes rocas que impiden el paso de vehículos. Pero los bañistas bajan caminando y hacen caso omiso de los carteles que avisan del riesgo de desprendimientos.

Fuentes municipales advirtieron ayer que el ayuntamiento ha señalizado convenientemente que la playa está cerrada y, por tanto, si continúan acudiendo bañistas es «bajo su responsabilidad».

La cala de Ambolo estará clausurada todo este verano y, de momento, nadie sabe cuándo podrá garantizarse la seguridad de los bañistas y abrirse de nuevo.

La Dirección General de Costas, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, sí que ha efectuado estos últimos años actuaciones para evitar los desprendimientos en otras zonas del litoral de Xàbia, como la playa de la Granadella o la cala del Tangó.

Sin embargo, en Ambolo es todo más difícil. Los desprendimientos se producen en acantilados que pertenecen al municipio y están, por tanto, fuera del dominio público marítimo-terrestre. El ministerio no quiere, en principio, hacerse cargo de las medidas que son necesarias para corregir la erosión y frenar los desprendimientos. Y el ayuntamiento tampoco puede acometer una actuación que, por la superficie de acantilados a la que afecta, es muy complicada y de un elevado coste económico.

En la Granadella y el Tangó el ministerio colocó en los acantilados mallas de metal que frenaban la erosión. En el caso del Tangó, las redes metálicas se instalaron después de que la cala permaneciera cerrada durante el verano de 2005 también por el peligro de desprendimientos.