Hay tantos caminos submarinos como estelas en la mar. Rafa Martos podía haber realizado una guía con cientos de rutas de snokel. Ha seleccionado 53. El recorrido comienza en la Marineta Cassiana de Dénia y termina en las calas del Este de Santa Pola y del Llop de Tabarca. «He elegido senderos marinos que no estén masificados. Todos atesoran una gran riqueza marina. Para descubrirla, basta con ponerte las gafas de bucear, zambullirte y abrir bien los ojos», destaca este experto buceador.

Esos senderos que se recorren aleteando y dando tranquilas brazadas han dado pie a «Snorkel en la Costa Blanca, que es el título de una guía «pionera en España» de sorprendentes rutas sumergidas. «No había hasta ahora una publicación como ésta. Da a conocer el snorkel, que es una forma sencilla y sostenible de acercarnos al mar, e incluye descripciones, fotografías e infografías de unas rutas que nos muestran la exuberante vida de nuestros fondos marinos», resume el autor.

La guía abraza 240 kilómetros de litoral. Martos subraya que estos senderos son «el mejor parque temático imaginable, donde las atracciones, en forma de paisajes sumergidos, arcos, veriles, ensenadas, praderas y arenales, desbordan cualquier ingenio humano y donde los actores se conducen con absoluta naturalidad».

La guía, y eso ya es toda una declaración de intenciones, dedica un capítulo a la Posidonia oceánica, «pulmón del mar y un refugio» para unas 1.400 especies. Martos advierte que este «rico y abundante ecosistema» es «extremadamente delicado». Insta a que «las pequeñas acciones humanas, como gotas en el mar», ayuden a concienciar y proteger unas praderas marinas «de un valor infinito» y esenciales para «la supervivencia del Mediterráneo».

El autor aboga por la práctica sostenible del snorkel. Lanza recomendaciones como la de no voltear las rocas del fondo marino, no echar el ancla, sino utilizar las boyas de fondeo (si se llega a los senderos en embarcación), o recoger los plásticos que se puedan encontrar en el mar. «Tenemos unos fondos marinos de una riqueza excepcional. En Dénia, por ejemplo, hay una barrera de posidonia de 8.000 metros de longitud. En otros lugares, barreras mucho más pequeñas se han declarado monumento natural», recalca.

Las apacibles «excursiones» comienzan en la playa de la Marineta Cassiana de Dénia. Sí, en playas turísticas como ésta o la Fossa de Calp, hay muchas sorpresas sumergidas. «Serán habituales los encuentros con obladas, mabras, sargos, salpas, castañuelas y otros pequeños peces que se mueven rápidos como el rayo cuando aparecen depredadores como la dorada o la lubina que patrullan estas aguas», escribe el autor en el capítulo dedicado a la cala Llebeig de Benitatxell y Teulada.

53 senderos submarinos

Los 53 senderos se hallan en Dénia, Xàbia, Benitatxell, Teulada-Moraira, Benissa, Calp, Altea, Benidorm, La Vila Joiosa, El Campello, Alicante, Tabarca y Santa Pola.