Cuando se deja el litoral de Xàbia a la buena de dios, surge su natural salvaje. Una planta de los acantilados y de la costa rocosa, el "fenoll marí" (hinojo marino o, en su denominación científica, "Crithmum maritimum"), ha colinizado los muros del paseo de la playa del Arenal. Esta playa, la más civilizada (antropizada, que dicen los geógrafos), ha estado casi 50 días sin que pasara un alma. La naturaleza ha hecho a su antojo. Y, en un lugar aparentemente tan poco natural como los muros del paseo, ha arraigado el "fenoll marí".

Esta planta, que está protegida en las Balears, es muy apreciada en la gastronomía de la Marina Alta. Se pone en salmuera. Y luego es perfecta para las ensaladas o para acompañar a las típicas "coques". El "fenoll marí" ofrece uno de los sabores más singulares de la cocina de la comarca.