Son días de pisar lo menos posible la calle y de hacerlo con sobriedad, distancia social y sin entretenerse. Pero hay excepciones. La Policía Local de Dénia detuvo ayer a un vecino por estar en la calle sin motivo justificado y negarse reiteradamente a volver a su casa. Es el cuarto arrestado en la ciudad desde que se declaró el estado de alarma. Todas las detenciones han sido por desobediencia a la autoridad.

Otros cuatro vecinos acabaron sancionados por armar una fiesta. Lo hicieron en una vivienda del Camí del Bassot. Eran dos parejas y pusieron la música a toda castaña.

La Policía Local y la Nacional pusieron ayer 39 denuncias en Dénia por incumplir el decreto del estado de alarma. Los agentes de la Policía Local sancionaron a un conductor que había llegado a Dénia desde otro pueblo para realizar, según dijo, tasaciones de pisos. Otro vecino alargó el paseo de su perro y fue sorprendido por los agentes a dos kilómetros de su casa. Los policías también pillaron a dos vecinos que bebían sentados en un banco público. Intentaron dar esquinazo a los agentes. Ambos acabaron sancionados.

La Policía Local también pilló a una persona haciendo deporte en la calle. Otro conductor viajó 15 kilómetros hasta Dénia para comprar tabaco. Los agentes multaron a un joven que iba en monopatín y que sostuvo que se trasladaba a otra vivienda a pasar unos días. Una pareja con un niño fue sorprendida disfrutando de la piscina y el jardín (zonas comunes) de su urbanización. Y otro joven también se rascará el bolsillo por ir a visitar a su novia.