«Estoy feliz. Sé que sin el magnífico trabajo del equipo del hospital de Dénia no estaría hoy vivo». George Dehottay, un residente británico de Calp de 69 años de edad (lleva 18 años viviendo en España), le ha ganado la batalla al coronavirus. Ya ha recibido el alta y asegura que todas las noches, a las 20 horas, sale a la terraza de su casa de la urbanización de la Manzanera y aplaude con fuerza como miles de personas en todos los lugares de la provincia de Alicante. «Voy a hacerlo todos los días. Quiero demostrar mi respeto y mi admiración por los profesionales sanitarios y también por los bomberos, los policías locales y los guardias civiles. Están desbordados y siguen ahí. Hacen un gran trabajo», asegura desde su domicilio ya recuperado de esta terrible pesadilla.

George recuerda que a principios del pasado mes de marzo ya empezó a sentirse mal. Sufría un fuerte dolor en los riñones. «Era como si tuviera piedras. Sentía un gran dolor y también tuve mucha fiebre. Fui al doctor de cabecera y me hicieron un análisis de orina. Encontraron restos de sangre».

Antibióticos

El facultativo le recetó unos antibióticos, «pero no me hicieron ningún efecto», asegura rememorando aquellos días. Y continúa: «cuatro días después empecé a tener fuertes dolores de cabeza. La fiebre me subió a 39,8 grados. Volví al médico y me dijo que tenía que ir el hospital, que lo que tenía era algo diferente». A partir de ahí, todo se precipitó.

El jueves 12 de marzo George ya no podía soportar los intensos dolores que sufría y, entonces, un amigo lo llevó de madrugada al servicio de Urgencias del Hospital de Dénia. «Es curioso: no me acuerdo de nada de lo que ocurrió en esos dos primeros días. De nada. No puedo explicarte qué pasó, ni lo que sentí, ni nada. Lo que sí que sé es que estuve muy grave», afirma en estas declaraciones.

Este paciente permaneció tres días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Luego lo trasladaron a la planta de hospitalización que el centro sanitario ha habilitado para atender a los enfermos de coronavirus alejados del resto. «Debo decir que el fantástico equipo del hospital de Dénia me ha salvado la vida. Su trabajo y dedicación son extraordinarios», destaca este residente británico de Calp.

Recuerda que tras esos dos primeros días en blanco, de los que no recuerda absolutamente nada, empezó a tomar conciencia de que estaba ingresado y que se hallaba grave. «Toda mi vida me pasó por la cabeza. Fue como una película», añade.

George Dehottay advierte de que él es «un luchador nato», pero confiesa que la pelea contra la Covid-19 la tenía perdida. «Por mí mismo no la hubiera ganado nunca. Tengo mucha fuerza de voluntad. Pero es imposible. Sin la profesionalidad y el buen hacer del equipo del hospital de Dénia no estaría ahora vivo. Esta batalla la he ganado gracias a ellos».

Se declara feliz de haber recibido ya el alta y de regresar a su casa de la urbanización Manzanera en Calp. Añade que sigue con mucho interés por los medios de comunicación cómo está evolucionando la lucha contra este «terrible virus». Y se muestra convencido de que los vecinos pueden colaborar de forma muy importante. Él le ha visto la cara al coronavirus y sabe bien de lo que habla.

«Hay que cuidarse»

«Ahora mismo mi único mensaje es que hay que cuidarse, protegerse y quedarse en casa. Es la mejor manera de ayudar a que todo esto pase. Pero también quiero decir que si alguien se encuentra mal y se ha contagiado debe llamar a los teléfonos especiales que se han puesto a disposición de la gente. En mi caso, me ayudó mucho tener la voluntad de luchar contra el virus. Y lo que da tranquilidad es saber que aquí hay unos profesionales sanitarios excelentes», aconseja este residente calpino al resto de ciudadanos.