Menudo susto. Los trabajadores de la recogida de basura de Xàbia están acostumbrados a encontrarse los residuos más inverosímiles. «Sí, hemos hallado cosas raras, pero esto lo supera todo», advirtió ayer el encargado del servicio.
Y lo que encontró un conductor de uno de los camiones de la basura fue nada menos que un enorme oso pardo. Un oso de verdad, sí. Pero tieso. O mejor dicho, disecado. Alguna vez estos operarios si han descubierto en los contenedores algunos de estos atroces adornos de la taxidermia. Pero más pequeños, como un zorro, algún ave o una gineta. Lo del oso se lleva la palma.
El conductor se disponía el pasado viernes a vaciar el depósito de los residuos verdes del Punt Verd de la Ombría, en la partida de les Cansalades. Menos mal que era a plena luz del día (sobre las 11 horas), porque si es de noche y se topa con la figura del feroz oso le da un patatús.
Con todo, el susto fue tremendo. El animal estaba sobre los restos de poda. El empleado, tras dar un respingo, se cercioró de que el oso no movía ni un músculo. No podía pasar desde luego por un inmenso peluche. El animal estaba rígido, pero el gesto (gesto congelado) era fiero.
Tras recuperarse del susto, el conductor y otros empleados del servicio de basura retiraron el extraño residuo. Lo llevaron al terreno, en Ramblars, donde clasifican la basura. Allí hay un contenedor para «residuos impropios». Pero ni esa denominación está a la altura de un hallazgo tan increíble.
Vecinos incívicos
Estos trabajadores están acostumbrados a encontrarse los Punts Verds inundados de restos de poda, escombros y enseres domésticos. Últimamente, hay mucho incívico. La concejala de Servicios, Kika Mata, ha denunciado en reiteradas ocasiones el mal uso que se está haciendo de estos espacios de contenedores que dan servicio a las urbanizaciones más próximas.
Hay profesionales de la jardinería y empresas de construcción poco concienciadas que, por las noches, tiran aquí los residuos. Pese a que en Xàbia hay un servicio gratuito de recogida puerta a puerta de enseres domésticos, también suelen aparecer colchones y muebles desvencijados.
Pero lo del oso disecado es lo nunca visto. El animal estaba ya bastante deteriorado. Su dueño no se ha preocupado mucho de cuidarlo. Le faltan pedazos. Y eso todavía le da un aire más terrible. Su incívico dueño se ha deshecho del oso por la vía rápida. Lo ha tirado al contenedor de residuos verdes. Un triste final para un bello animal al que convirtieron en un monstruoso «mueble».
