El temporal gloria sacó a la costa toneladas de basura y un puñado de objetos inverosímiles. Pero lo que ha aparecido ahora en el Primer Muntanyar de Xàbia ya se lleva la palma. Dos esculturas de arcilla blanca cocida «adornan» este litoral de piedra, antigua cantera de sillares de tosca. Las esculturas son pelín horripilantes. Representan dos rostros. Parecen rudimentarios moldes de cera perdida. Pero en este bello litoral hasta la escultura más vulgar tiene su punto. El lugar, «esculpido» a martillo y cincel por los canteros, da lustre a todo.