Xàbia necesita como el comer un nuevo contrato de basura. El actual, de 2007, se queda corto para dar respuesta a problemas como el del incivismo. Día sí y día también, los (espacios con contenedores para los vecinos del diseminado) amanecen a rebosar de residuos tirados en el suelo. Ayer, el del Camí de les Cansalades era un vertedero de cartones, plásticos, juguetes rotos, cascos de moto, muebles y ropa. Todo tirado y revuelto. La imagen chirría ante el mandamiento de separar y reciclar la basura.

El pleno aprobó ayer (votaron a favor el equipo de gobierno, del PSPV, y Ciudadanos por Xàbia, mientras que PP y Compromís se abstuvieron) los pliegos para adjudicar el nuevo contrato de la basura. Es por 8 años. La adjudicataria recibirá cada año 6,2 millones de euros (50 en total). «Es un servicio estratégico y afecta a la calidad de vida de los vecinos», explicó la concejala de Servicios, Kika Mata.

«Este nuevo contrato avanza en la concienciación y en reducir el impacto humano en el medio ambiente», dijo la edil, que añadió que se primará la mejor oferta técnica. De hecho, la oferta económica puntúa en un 35 %, mientras que la propuesta técnica lo hace en un 65 %.

Una novedad es que se recupera el uso del agua a presión para limpiar las calles y dejarlas como los chorros del oro. La adjudicataria deberá renovar toda la maquinaria. «Apostamos por vehículos que contaminen menos y que sean menos ruidosos», dijo Kika Mata. Las nuevas normativas obligan a que se incorpore el quinto contenedor, exclusivo de biorresiduos (materia orgánica generada en la cocina y el jardín). También hay que contratar a un educador ambiental. Xàbia incorporará a tres. Hay mucho por hacer en materia de concienciación. «Marcarán la estrategia para conseguir un cambio cultural» en la gestión de los residuos, apuntó la edil.

El nuevo contrato también recupera la filosofía original de los puntos verdes. Se crearon para que los usaran los residentes de las urbanizaciones próximas a estos contenedores. Han acabado convertidos en vertederos donde profesionales de la jardinería y la construcción arrojan a mansalva restos de poda y escombros. La nueva empresa tomará medidas para evitar esos vertidos. Cerrará los Puntos Verdes y facilitará un código o una tarjeta de acceso a los vecinos. También es probable que se instalen cámaras.

El alcalde de Xàbia, José Chulvi, dijo que, a la hora de redactar los pliegos para el nuevo contrato, han velado por «proteger el bolsillo de los vecinos». No se subirá la tasa.