El Octupus Festival ruge antes de tiempo. Sus organizadores quieren dar tralla en el antiguo Safari Park de El Verger, cerrado en 2010 y convertido en una selva. Tralla musical. Pero tanto voltaje perturba un remanso de paz para las aves. Así lo advierten los grupos ecologistas. El Safari linda con el parque natural del Marjal de Pego-Oliva, una valiosa reserva ornitológica. La Associació per a la Defensa de la Natura al Sud de València (Adensva) ha presentado una denuncia en la Fiscalía Provincial de València contra este festival de música electrónica. Asegura que los decibelios tendrían «un impacto directo sobre la población de aves». El Octupus se celebraría del 17 al 20 de julio, época de nidificación. Mientras, el colectivo comarcal de Acció Ecologista-Agro La Marina se ha adherido a esa denuncia.

Estas asociaciones conservacionistas subrayan que los altavoces de este festival escupirían 40.000 vatios de potencia. Además, está previsto que acudan 15.000 personas. Subrayan que el Safari está en la zona de amortiguación de impactos del parque natural, según la delimitación del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Marjal de Pego-Oliva.

Insisten en que la avalancha de público y la música a toda potencia suponen «un peligro directo para la valiosa colonia reproductora de aves acuáticas». También precisan que el potente eco alteraría a la colonia reproductora de la vecina Serra de Segària, situada a menos de un kilómetro del Safari. Segària y el Marjal son Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

En Segària, de hecho, todavía cría una de las cuatro parejas de águilas perdiceras (Aquila fasciata) que sobreviven en la Marina Alta. Esta especie está, según la Directiva Europea de Aves, en peligro de extinción.

«Esperamos que la Fiscalía Provincial de València, en aplicación del principio de precaución establecido en nuestra legislación, impida la celebración de este festival de música electrónica», recalca Agró, que insta al Ayuntamiento de Dénia y al parque natural del Marjal a que se pronuncien en contra del Octopus. También pide a la Generalitat que no otorgue el permiso.