Día sí, día también, se producen avistamientos de delfines en la costa de Dénia. El inicio del año está confirmando que este litoral es una enorme y valiosa reserva de cetáceos. El responsable del Servicio de Guardacostas de Dénia, Toni Martínez, explicó ayer que en enero y en esta primera quincena de febrero se han avistado centenares de delfines mulares y listados. Desde la embarcación de Guardacostas realizan «citas» prácticamente a diario. Pero también se están dando avistamientos extraordinarios. Los pasajeros de un catamarán turístico de la empresa Mundo Marino pudieron contemplar hace dos domingos un espectáculo único. Mientras esta embarcación navegaba entre la playa del Trampolí y el puerto, quienes iban a bordo vieron con claridad un gran número de delfines listados. Contaron más de cien ejemplares.

Los meses de enero y febrero suelen ser pródigos en avistamientos de delfines. Pero ahora se ha superado con mucho lo de otros años. Martínez precisó que la mitad de las observaciones de estos cetáceos la están realizando frente al puerto de Dénia. «Se está produciendo, sin duda, una frecuentación más elevada que la de otros años», señaló.

Incluso hay afortunados que desde tierra han columbrado la aleta de estos animales y los han visto emerger del agua y dar saltos. Esos avistamientos se han realizado desde el restaurante Ca Nano, en el final de les Rotes, y en el observatorio en tierra de cetáceos que hay en este litoral, que ya forma parte de la reserva marina del cabo de Sant Antoni. El práctico del puerto de Dénia también ha contemplado delfines.

Avistamiento de calderones

Martínez indicó que en estos últimos días también han avistado un grupo de entre ocho y diez calderones grises. El responsable del Servicio de Guardacostas advirtió de que es muy importante que los navegantes cumplan las normas de protección de los cetáceos. Está prohibido perseguirlos. Los delfines a veces «interactúan» y nadan junto a las embarcaciones. Si eso ocurre, los navegantes deben mantener fijo el rumbo y no empezar a dar bandazos para tratar de ir detrás de estos animales.

Ahora son los delfines los que se dejan ver en esta costa. En abril o mayo, empezarán a avistarse ballenas rorcuales. Inician entonces su migración hacia el sur desde el mar de Liguria. El pasado año también se observaron desde las playas. Dénia es un lugar excepcional para los avistamientos. En el corredor de cetáceos del Mediterráneo, los rorcuales se arriman aquí a tierra y, a partir del cabo de Sant Antoni, ya se dirigen hacia aguas más profundas y alejadas de la costa.

La riqueza marina de Dénia y de la Marina Alta salta a la vista. Los numerosos avistamientos de cetáceos han puesto este litoral en el mapa de la investigación. A los turistas también les fascina ese espectáculo sin igual de observar delfines y ballenas.