Dos empresarios rusos de 62 años fueron encontrados muertos el pasado lunes en un chalé de Dénia a causa de una intoxicación accidental por inhalar monóxido de carbono debido presumiblemente al mal funcionamiento de una caldera de gas de la vivienda. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Policía Nacional tras dos días de intensas pesquisas de agentes de Dénia y Alicante tras la aparición los cadáveres de los dos empresarios de origen ruso.

La muerte de los empresarios debió producirse durante el pasado fin de semana mientras dormían, cada uno en una habitación del chalet.

El hallazgo de los cuerpos se produjo el pasado lunes a mediodía en un chalé situado en la zona de Les Rotes y fue una empleada de una de las víctimas quien dio la voz de alarma al acudir a la vivienda después de que un familiar se extrañara por no poder contactar con ellos.

La Policía Nacional se personó de inmediato en el lugar y dio aviso al juzgado de guardia de Dénia tras confirmar el hallazgo de los dos cuerpos.

Sin signos de violencia

Los cadáveres estaban en sendas camas de dos habitaciones diferentes y no presentaban signos externos de violencia. La inspección de la vivienda permitió comprobar además que no había puertas ni ventanas forzadas.

Tampoco había otros signos en el interior que apuntaran a un posible robo, por lo que las pesquisas se quedaron a expensas del resultado de las autopsias.

La magistrada del juzgado de Instrucción número 2 de Dénia ordenó el levantamiento de los cadáveres y su traslado al Instituto de Medicina Legal en Alicante, donde ayer se realizaron las autopsias y se confirmó que ambos fallecieron a causa de la inhalación de monóxido de carbono.

La Policía Nacional realizó ayer una nueva inspección en el chalé y acudió con efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos, cuyos técnicos realizaron mediciones y comprobaron la presencia de monóxido de carbono procedente de una caldera de gas que hay en el interior de la vivienda.

Uno de los fallecidos es el propietario del chalé y al parecer llegó de su país a Dénia el pasado fin de semana, por lo que presumiblemente la caldera que causó la intoxicación mortal llevaría tiempo sin funcionar. Este tipo de fallecimiento es conocido como la «muerte dulce» porque no causa una sensación de asfixia. Una persona que esté durmiendo no se entera en caso de fuga o mala combustión de una caldera, estufa o chimenea y fallece intoxicada.