Una vecina de Calp llama al 112 a las 20.09 horas. Reclama una ambulancia. Un residente alemán de 80 años que vive en su finca vomita sin parar y se encuentra mal. La misma vecina vuelve a llamar a las 20.40 horas. Insiste, ya «muy enfadada», a las 21.38. Afirma que el anciano «no responde ni respira». Y la ambulancia SVB (Soporte Vital Básico) sigue sin llegar. A las 21.42 horas, el CICU (Centro de Información y Coordinación de Urgencias) avisa de que la unidad SVB ha salido de Dénia. Un minuto después la mujer llama de nuevo y dice que cree que su vecino ha muerto. Pide otra vez la ambulancia a las 21.59 y 22.02. Pero no hay nada ya que hacer. El anciano ha fallecido.

Ocurrió el pasado 7 de abril. Las horas de las llamadas están recogidas en el parte de la policía local. El agente apuntó que la tardanza de la dotación SVB que la conselleria de Sanidad tiene en Calp se repite «en muchas ocasiones». Advirtió de que las esperas son de «al menos 30 minutos» y «en multitud de ocasiones se envían dichas ambulancias desde Dénia». El policía aludió a la «contradicción» de que el CICU no envíe a la ambulancia de la Cruz Roja, «que está parada en su base y no tarda en ningún caso más de diez minutos».

Este parte, el más terrible, dado que el enfermo falleció, es uno de los doce en los que la policía local refleja desde el pasado mes de marzo las deficiencias en el transporte sanitario de Calp. El municipio se queda sin ambulancia cuando la única SVB acude a una urgencia o realiza un traslado al hospital de Dénia.

Esos 12 partes se adjuntan a la moción que el lunes la alcaldesa, Ana Sala, del PP, llevará al pleno para pedir a la conselleria que solucione este grave problema de atención sanitaria.

La primera incidencia de 2019 es del 14 de marzo. La ambulancia SVB se retira a las 5.24 horas de la mañana de la búsqueda de un hombre de 75 años que se ha caído en su casa y sangra por la boca. Llegó a perder el conocimiento. Su esposa avisó al 112, pero no acertó a precisar la letra que acompaña al número de la dirección. Media hora después vuelve a llamar y ya da todos los datos. Pero la ambulancia está en otra urgencia. Mientras, la policía local sí encuentra la vivienda. Pide que se autorice que acuda la Cruz Roja. En el parte policial se indica que 112, CICU y Centro de Salud «se pasan el aviso de unos a otros sin enviar un recurso efectivo ni dar una solución sanitaria». Al final, llega la Cruz Roja a las 6.53 horas. «Si la urgencia sanitaria hubiera sido más grave, estaríamos hablando de una persona fallecida», advierte el informe policial.

Cada caso es un mundo, pero todos constatan que la única ambulancia que la conselleria de Sanidad tiene en Calp no da abasto.

El 21 de abril un joven de 25 años sufre una caída en la vía pública. Se hace un corte en la mano, sangra de forma abundante y se marea. El CICU comunica a los agentes que la ambulancia de Calp está en otro servicio y que viene la de Xàbia. Los policías deciden llevar ellos mismos en el coche patrulla al herido al centro de salud.

El 20 de junio una turista islandesa de avanzada edad también se va al suelo en la calle. Ocurre a las 22.34 horas. Es a las 23.18 horas cuando por fin el CICU autoriza a la Cruz Roja a trasladarla al centro de salud. La mujer «se muestra cada vez más nerviosa al no entender la demora», anota el agente de servicio.

Mientras, el 10 de julio, una clienta de 59 años de un restaurante empieza a vomitar, se marea y sufre una bajada de tensión. Pero la unidad SVB está en otra urgencia, la de un turista de 60 años hospedado en un hotel que no puede respirar. Casi 50 minutos después de la primera llamada al 112 pidiendo la ambulancia para la mujer de 59 años es una empleada del restaurante la que la lleva en su coche al centro de salud.Un niño que necesita un médico

Otro parte del 24 de julio precisa que un niño de 6 años que está con su familia en un hotel calpino necesita que lo vea urgentemente un médico. Tiene fiebre y dolores y sufre pérdidas de orina a consecuencia de una reciente operación renal. Llega la Cruz Roja y lo atiende. El CICU tarda una hora en autorizar a los sanitarios a trasladar al menor al centro de salud.

Hay más incidencias. El ayuntamiento tiene las manos atadas. No puede suscribir un convenio con la Cruz Roja para reforzar el transporte de urgencias dado que la competencia sanitaria es de la conselleria e incurriría en «atribuciones impropias». Mientras, la espera de la ambulancia se hace angustiosa y eterna.

La alcaldesa plantea que se levanten los reparos al convenio con la Cruz Roja

La solución es que el propio consistorio se saque las castañas del fuego. La alcaldesa de Calp, Ana Sala, del PP, no confía en que la conselleria de Sanidad refuerce el servicio con una segunda ambulancia. En el pleno, planteará que todos los grupos voten a favor de alzar los reparos al convenio con la Cruz Roja. El transporte sanitario no es una competencia municipal. Pero es urgente reforzarlo.