n Tras haber ganado las elecciones municipales de 2007 por cuarta vez, Alejandro Ponsoda aseguró a algunos de sus compañeros de partido afines que «estoy solo ante el peligro». Así lo declararon ayer en el juicio por el asesinato del alcalde polopino la exedil Vicenta Amparo Fuster y otro exresponsable de la agrupación local del PP, Juan Francisco Orts.

Vicenta Amparo Fuster, que estuvo en la Corporación entre los años 1995 y 2007, aseguró que Juan Cano empezó a tratarles de manera diferente a raíz de que la dirección del partido decidiera apartarle de las listas en las elecciones de 2003. Según relató, en una ocasión en que estaban en una cafetería de la población, Juan Cano entró acompañado de otra persona y le dijo: «Éstos son unos mierdas, el que manda soy yo», expresión ante la que ella se molestó y se marchó.

Ayer testificó también otra amiga de Ponsoda, Isabel Loreto, que trabajaba en el servicio de ambulancias que prestaba asistencia en el municipio y que llegó a atender a la víctima nada más recibir los disparos. «Estaba consciente porque reaccionaba a lo que le decíamos», aseguró. La testigo aseguró que en el momento en que se llevaban a Ponsoda en ambulancia, Juan Cano hizo un comentario: «no será para tanto».

La testigo calificó a Alejandro Ponsoda como alguien «muy tranquilo, pausado, bastante confiado, pienso yo que demasiado, moderado y buen conversador». La relación entre ellos dos había sido de «casi como hermanos», aseguró. Isabel Loreto dijo que tras las elecciones se acercó a felicitar a Ponsoda y éste le respondió que mejor le diera el pésame. Explicó que Cano menospreciaba a Ponsoda por la forma de hablarle, aunque no recordaba ninguna frase en concreto. La mañana antes de ser asesinato, Ponsoda le dijo que tenía algo que contarle pero que lo haría por la noche porque no podía hablar.