Xàbia quiere leyes para salvar las praderas de Posidonia oceanica, que son esenciales para que la vida fluya en el Mediterráneo. Esta planta marina está protegida por la Unión Europea. En las Balears, se sanciona a las embarcaciones que echan el ancla sobre la posidonia. Pero en la Comunitat Valenciana hay más manga ancha con la náutica de recreo (un sector, por suerte, cada vez más concienciado con la preservación de los fondos marinos).

El concejal de Turismo de Xàbia, Toni Miragall, del PSPV, anunció ayer que este ayuntamiento va a pedir al Consell que apruebe una legislación autonómica para conservar la Posidonia. El alcalde, el también socialista José Chulvi, también deslizó este verano que los consistorios deberían tener competencias para multar a las embarcaciones que fondean sobre las praderas de esta planta endémica del Mediterráneo.

Miragall también avanzó que Xàbia va a desarrollar el Save Posidonia Project, que lidera Formentera. «Tenemos mucho que aprender de ellos», afirmó.

El edil dejó claro que sólo hay un camino para el presente y el futuro turístico de este municipio: el de la sostenibilidad. Presentó un decálogo para los turistas responsables. Esos diez mandamientos no son nada del otro mundo. Los visitantes se comprometen a disfrutar de la gastronomía local, a comprar en los comercios del pueblo, a desplazarse si es posible a pie, en bicicleta y en transporte público, a reciclar, a respetar los espacios naturales o a no armar escándalo. «Son cosas que pueden parecer muy obvias, pero está bien ponerlas por escrito y seguir concienciando».

Xàbia llevará la próxima semana a la feria internacional de turismo de Madrid Fitur esa apuesta por avanzar en la gestión del turismo sostenible. La otra baza de la oferta de este año es la realidad virtual. Los visitantes, antes de descubrir in situ los monumentos y playas y espacios naturales, podrán explorarlos a través de «tours virtuales» y fotografías en 360º. «Los turistas pueden asegurarse con estas visitas virtuales que han invertido bien su dinero y su tiempo», dijo Miragall. Con estos «tours» se puede llegar a puntos tan complicados como la cima del Montgó o la Cova Tallada.